viernes, 19 de noviembre de 2010

Como nace la idea del Viaje Espacial

La idea del viaje espacial, es tan antigua como la literatura. Quizá sea por eso que los orígenes de la tecnología que nos ha permitido elevarnos en el aire y acelerar hasta alcanzar el espacio se remontan casi a los albores de la ciencia.
Los primeros experimentos documentados sobre el fenómeno de acción y reacción, por ejemplo, se efectuaron en el siglo IV antes de Cristo. Y si bien es lógico admitir que la paloma de madera de Archytas de Tarentum (428-347 a.C.), que era obligada a girar suspendida de una cuerda gracias al aire caliente que dejaba escapar, está a años luz de los motores que impulsaron al cohete Saturn-V hacia la Luna, también lo será conceder que la Humanidad ha tenido con ello profundos cimientos sobre los que edificar su maquinaria espacial.
No son los únicos casos de clarividencia tecnológica. La inspiración y el conocimiento primordiales, que a menudo pueden evaporarse ante los avatares históricos y sociales, suelen continuar apareciendo hasta que llega el instante adecuado. Todo es cuestión de paciencia, y a veces de mucha suerte.
Veamos algunos ejemplos más que ilustran pasajes fundamentales sin los cuales el camino hacia el espacio no habría sido igual:
-160 d.C.: Luciano de Samósata escribe la "Vera Historia", una ficción que incluye los ingredientes esenciales del viaje a la Luna.
-850: Los chinos empiezan a usar la pólvora negra para fabricar fuegos artificiales que emplearán en sus celebraciones.
-1232: Las fuerzas chinas repelen a los mongoles mediante "flechas de fuego", el cohete de pólvora, predecesor del misil militar.
-1687: Newton enumera las Leyes del Movimiento. La tercera describe con gran brillantez el principio del cohete.
-1804: El británico Congreve desarrolla la técnica militar de los cohetes de pólvora y su uso a gran escala.
-1865: Verne, en su "De la Tierra a la Luna", madura el concepto de ficción científica en relación a los viajes espaciales.
A finales del siglo XIX, la astronáutica era ya una ciencia en ciernes. Aunque improbables a corto plazo, los viajes al espacio no podían ser considerados como algo imposible. En efecto, existía un firme y palpable candidato para la empresa: el cohete.
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1 comentario:

Este proceso lleva unos segundos, ten paciencia. Gracias